Un lugar pálido
Beige, a veces amarillo
el cielo de Dimona era blanco
tan blanco que no había sombras
salvo dentro de las casas
La sombra se me hacía incomprensible
y en esos días
solamente necesitaba comprender
Blanco
era todo tan blanco
que no podía ver las piedras
así que tropezaba
El único color viviente era la sangre
llorando en mi rodilla
Lo demás era polvo
arena
y el barro naciendo
del contacto
El desahucio
Vinieron los del desahucio
un hombre con traje
una mujer con traje
un policía y una señora
con carpeta y seria
Dijeron que eran policías
y mi madre y su amiga se preocuparon
Policía es su todavía marido
quien abusó psicológicamente de ella
de quien se hartó
y por eso está acá
en la casa que desahucian
Puede que sea Juan, dice
mi madre cerró la puerta
pero se oyeron golpes
entonces mi madre la abrió
no venían por su amiga
sino por su familia,
que llevamos meses sin pagar
Esperábamos al banco
pero el silencio burocrático
no significa nada, dice la mujer con traje
hay que moverse uno, dice el tipo
ayer fue la comunión de mi hija, dice el policía
y el tipo con traje se alegra
Mientras, esperamos en la puerta
mi madre podría ser abogada
sabe bien cómo responder
que vinieron ya dos veces, dicen
que esta era la tercera y la vencida
que nos encontraron de suerte
mi hermano está por su cumpleaños
yo porque me quedé dormida
mi madre por vacaciones
su amiga e hija por refugio
¿No dejaron ni un papel?
No había nada en el buzón
que al final es que les conviene
se lo digo y suben el tono de su voz
es la palabra de mi madre
contra la del funcionario
y perdonen que me fíe
más de mi madre que de usted
Mi hermano piensa y yo transmito
la amiga y su hija esperan
se miran y luego van al salón
a buscar piso en internet
Firmamos un papel y lo fotografiamos
fotografías burocráticas
sobre fotos de cumpleaños
mi hermano con un libro de Lorca
la firma de mi madre
poesías y frases vacías
Se han ido y nos han dado un mes
El Desahucio (II)
Mi padre está arruinando la casa
junto con los rumanos
antes de entregar las llaves al banco
Mi padre está dejando telarañas
por todas las paredes de mi cuarto
Está arrancando calefactores
y ventanas
En verano no importa
pero está dando luz a este día
Y así es,
mi padre está deshaciendo
la casa que construyó
Un día ponía mármoles
se echaba al suelo
y conectaba luz, gas y electricidad
Y ahora está cortando cualquier cable
cualquier parte de la casa se rompe
¡Que no me haya dejado nada!
Vuelvo a dar una vuelta desde el comedor
¡Creo que me dejé algo!
Pero ya no hay forma de volver
No me pude dejar nada
entre esos suelos empapados
y las paredes partidas
y la cocina que es un cuarto abierto y frío
que apunta a un salón sin ventanas
con el balcón sin plantas
y sólo un mueble que juro haber visto vacío
Como todo. Ese día todo estaba vacío
Ese día se vaciaban las pomposidades
Ese día
ninguna palabra era de verdad su esencia
Y así nuestro salón pasa a ser un rincón
Pasa a ser una tristeza común
Pasa a ser una nada.
Y así un hogar pasa a ser una casa
Pasa a ser una fachada
Pasa a ser una nada.
Y así unos obreros pasan a ser unos hombres
Pasan a ser unas bestias
Pasan a ser una nada.
Y así mi padre pasa a ser un extraño
Pasa a ser un trabajador
rompiendo con rabia seis años
–Puente de mi adolescencia
hacia mi juventud–.
Y así mis recuerdos pasan a estar ligados
a la ruptura con ellos
Y así este escenario no existe más
salvo en algunos lugares
de mi memoria
que retorna
como a la escena de un crimen
En esta casa hubo tristeza
pero también mucho amor.
Y así regreso, reflexiono,
me levanto y vuelvo a decir adiós
a la casa acribillada.
(Fuente: Vallejo & company)
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