RUMBO AL PAÍS DONDE
No siai sonso
me ayer un amigo dijo pará,
dedicate a vivir el hoy;
pero lo desoí porque no escucho consejos.
Vengo resucitado y actúo
en una migración continua. Me complazco
en escarbar el horizonte porque existe
una salida y si aún no la ubico
es por falta de ver.
Mientras tanto no vos te fatigués en decirme
cómo debo vivir. Más bien observá:
de cada abismo saco la cabeza y escudriño
a ver si falta mucho o poco, o sea
estoy en la frontera del gran país,
porque de estar está,
sólo es cuestión de que me alcance la salú.
Me pellizco para mantenerme despierto.
Estoy en eso de:
“Felices los que no han visto y han creído”.
(Fuente: Daniel Rafalovich)
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