El lenguaje de las asimetrías
El placer de seguir, punto por punto
lo que los ojos ven: el placer cierto
de desviarse un medio milímetro
-la mirada guiada por la mínima
torcedura del tallo—
y enderezar después y seguir paso a paso
las ramas dobles casi paralelas
una a cada lado del delgado tronco.
Casi iguales… El “casi” se siente entre los dedos
la finísima trama de las asimetrías
casi como un lenguaje.
¿Y qué dice esta lengua tan compleja?
Dice que como nada es idéntico a nada
lo que se dice aquí vuelve a decirse en otro
tono, otro matiz, otra distancia
pero jamás enteramente uno
ni enteramente ajeno.
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(Fuente: Daniuel Rafalovich)
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