LA CAZA EN EL BOSQUE DE UCCELLO
Uccello sabía que los poetas son cazadores
en su famosa pintura se pueden ver unos
perros rojos blancos negros de presa.
“La cuestión no es aglutinar imágenes,
sino trazar el movimiento en un segundo”.
Los caballos, el rojo de sus pieles como
una granada. Seca tus ojos ciegos.
No es tanto Uccello o los perros
o los ciervos o los pinos
intenta asir tu rostro que se cae
como el viento de ayer o mañana.
No digas que el bosque no te pertenece
entra en sus ramas enverdecidas que hierven
hacia el negro. No hay lienzos ni óleos
ni espasmos. Si Otro sale de mí
y grita en la página: Uccello no eres
un cazador que toca la lira en lo negro.
Una piedra. Rota la cabeza.
Los ciervos corren hacia el bosque
negro silabeo desde la luz verde
enfebrecidos músculos viran al negro.
Se han detenido tres cazadores en sus brezos
bezos que son instante de fuga
rezuma fiebre el imán del bosque.
Unos cabalgan, otros reparan en sus belfos
bufidos de albúmina desgarran el paisaje.
Se han detenido las miradas en los setos
bifurcados los pastos altos del que caza
triángulos o rombos petrificados en la fijeza
como cáscaras de mandarina en la basura.
(Fuente: Meta poesía)
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