sábado, 17 de octubre de 2020

Hebe Solves (Vicente López, Bs. As., Argentina, 1935-2009)

 

 


LA REUNIÓN

La soledad altera el tiempo.
Ve cómo crece la esmeralda del pasto
y caminando, las piernas piensan.

Pero la mujer desmenuza la verdura
sobre la tabla de picar mientras la radio
da la señal de la media mañana.

Un hijo se desgaja como una naranja
en el frío de una casa cualquiera.
La soledad religa lo distante.
 
 




ACHICAMIENTO DE LA TIERRA

Dicen que había petróleo pero no
lo encontraron. Antes había oro.
Ahora placton. Van a poner un
aeropuerto nuevo. Totus meus,
dice el señor y no encuentra nada
donde seguir siéndolo. La cara
del esclavo y del amo se mezclan
en la cama y se achica la Tierra.
Una multitud no disminuye
cuando ralea la sombra y el sol;
al contrario, somos más que antes
para sufrir y olvidar la niebla
de las ciudades. Sabemos, pero
la memoria nos ama y nos destruye.

de Desalojados, Editorial Botella al Mar, 1989
 
 




POBLACIÓN

Hay en mi casa plantas indefensas
crecidas en la distracción.

      Hay panales de avispas
solidarias y cascarones blandos,
polillas que esperan nacer.

Hay una paloma demorada en el techo,
lechuza de la siesta y antena
      de plumas y pico.

      Y yo camino
arrastrando las palmas de las manos
por las aristas de los muebles,
las barandas, un imaginario balcón
que improvisa el domingo.

Somos una legión de seres sin destino
      dispersos los unos en los otros,
dibujados por la casualidad.

Somos lo que decimos: avispas.
polillas, cascarones, plantas, picos
de la siesta en los destellos de un vidrio.
 




EL POEMA

Una mano en la otra
y en las dos un latido
que no se sabe
si viene de tu lado
o del mío.
De la misma manera
pasa con el poema.
Uno lo dice y el otro
diciéndolo se lo lleva.
Y no se sabe
de quién es
ni de dónde sale.
 

de Pedacitos de tiempo, Plus Ultra, Bs. As., 1981
 
 
(Fuente: Emma Gunst)







 

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