24/03/1976
Campo de Mayo
uno junto al otro
en la bruma de la mañana
entre el verde de los pajonales
inclinados de rocío
Son ellos
Los hermanos los amigos
las novias
los que fuimos
entre los jirones de la niebla
y la humedad
de la mañana
Perfilándonos
todos
De pie
Sin desamparo
Sin futuro
Sin tiempo
Mis muertos
Quietos
Constantes
A 30 kilómetros de mi dormitorio
mis libros
de las botellas de vino
y el aceite
y la mesa donde tomo el café
A treinta kilómetros de la casa que habito
con ellos
tatuados en mí
Insepultos
en el aíre
que respiro
Los silenciosos
Los sin queja
Los queridos
En la niebla restallan
sus pelos largos
Se agitan sus blusas
sus pantalones anchos
sus ojos como carbones
de la mañana
Ellos los hermosos
Los que aguantan de pie
la muerte
los que agigantan
la vida
que tengo
Uno tras otro
Y son miles
Y puedo nombrar quizás
trescientos
Tocar sus rostros
Tocar sus muertes
En sueños
En el pasado
En los días que ruedan
sin ellos
Allí están
como estandartes
como dólmenes
como lugar quieto
en la memoria
del día
Con sus nombres
Sus alias
Sus hijos
que no vinieron
Sus días
que no fueron.
Su camino
que no he recorrido
Y sin embargo
camino con ellos
Soy ellos
en la sombra
dudosa
del amanecer
Figuras en la niebla
mojadas
por mis lágrimas
Del libro "El alma y otros lugares" Ediciones en Danza. Miguel Gaya.
(Fuente: Daniel Edgardo Petasne)
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