No hubo tiempo para odiar
No hubo tiempo para odiar-
la tumba
fue mi acicate-
y, aunque la vida
sea grande,
para el odio – no hay lugar.
No hubo tiempo para amar -
per en algo
hay que ocuparse-
el trabajito
de amarse-
me bastó en su vastedad.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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