viernes, 4 de diciembre de 2020

Sofía Nowens (Argentina, 1995 - Reside en España)

 

 

Se prohíbe contarlo

 

Así que este tren va al morir

que es el fin

 

Así que este tren va al morir

 

de la niña que se aferra en la estación

de la niña que cae

la niña-mujer que cayó

 

Así que todos vamos en este tren

que es el fin

de la mujer-niña que cayó

por alguna razón que estudian

 

La gente lo sabe.

Lo sabemos también los del tren.

No hará falta decirlo,

no hará falta explicarlo.

 

Se prohíbe contarlo.

 

Silencio sobre la niña muerta bajo los ruidos del tren.

Silencio entre nosotros sobre las ruedas, los raíles, los caminos, los destinos.

Silencio bajo nosotros sobre los porqués.

Silencio entre nosotros.

 

Así que este tren va al fin,

que es el morir

Así que el fin de la niña-mujer es nuestro fin.

 

 

 

Moscas

 

Las moscas vienen a morir a mi casa

como palomas en el Santo Sepulcro

 

Cierran los ojitos ciegos en los charcos de la jabonera

se apoyan en mis manos

se asfixian en el vapor de lo inmediato

y bajo el hartazgo de lo común

 

 

Una mosca se ha suicidado en mi boca

Aprovechó la laguna entre mis labios

 


 

Exilio

 

Nunca fui una exiliada

porque nunca me aferré a un país

 

Sólo hice de un país mi utopía

porque ese país se parecía a mí

débil, pequeño, odiado…

 

Nunca fui una exiliada

porque de mis primeros años

no recordaba nada

 

Porque de mis segundos años

sólo mantenía fragancias

imágenes irreales

y nostalgia de sabores

 

Nunca fui una exiliada

porque no salí de ningún país

que recordara

 

Extrañaba lo que me habían contando

y lo que mi mente

no se había esforzado en olvidar

 

 

 

(Fuente: Vallejo & company)

 

 

 

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