jueves, 15 de octubre de 2020

Sonia González (Venezuela, 1964)

 

 

El perro ajeno llega servilmente a lamerme

 







El perro ajeno llega servilmente a lamerme


con ojos impacientes y perlados

 

me espera en la puerta

 

a mí

 

una desconocida

 

Acostado y sin ruidos

 

pasa la noche atento

 

a no se sabe qué

 

Cuando salgo me recibe

 

alegre

 

sumiso

 

impaciente por estar en cualquier cosa que haga

 

fuera de casa

 

camino por los senderos que él conoce

 

palmo a palmo

 

y me guía con distracciones

 

como irse a bañar al charco

 

Parece como si esa costumbre

 

de lamer las puntas de los dedos

 

fuera para otro

 

Ese perro tiene un nombre

 

y yo juego

 

con él

 

sin importarle quién

 

fue

 

ni quién soy

 

 

 

 

(Fuente: La parada poética)

 



 

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