en algún lugar donde nunca fui,alegremente más allá
de cualquier experiencia,tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil hay cosas que me encierran,
o que no puedo tocar porque están tan cerca
tu mirada más ínfima fácilmente me descierra
aunque yo me haya cerrado como dedos,en algún lugar
siempre me abres pétalo a pétalo como la Primavera abre
(tocando con arte, misteriosamente)su primera rosa
o si tu deseo fuera verme cerrado,yo y
mi vida nos cerramos muy bella,repentinamente,
como cuando el corazón de esta flor imagina
la nieve descendiendo en todas partes cuidadosamente;
nada de lo que hemos de percibir en este mundo iguala
la potencia de tu intensa fragilidad:cuya textura
me compele con el color de sus comarcas,
entregando muerte y siempre con cada aliento
(yo no sé qué es lo que hay en ti que cierra
y que abre, solo que algo en mí entiende que
la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia,tiene esas manos tan pequeñas
.
trad. Jan de Jager
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