viernes, 6 de mayo de 2022

Robert Rivas ( s/d )

 

FRAGMENTOS DE UN CUADERNO QUEMADO

   




   Los años de las tres internaciones

   Por momentos, que podían ser largos meses, en más de un

lugar a la vez

   Sujiwara, Ferravento, la mazmorra-loquero de Stumba


   .......



   Mis fantasías -causas, consecuencias; casas, secuencias-

  (algún nombre hay que dejarle tener a las cosas, aunque

  generen más confusión que claridad), no se las he contado

  a nadie. Rectifico: rey, ley, hierro, a absolutamente nadie.

  Sacándome a mí mismo. El maldito, pero inevitable testigo.

  La primera que recuerdo con claridad... yo tendría entre 5 y 

  6 años. Y ya ésa no se la conté a nadie. La existencia ya ahí

  da un paso (¿en falso?). Desde entonces se puede poner esa

  ex-sistencia  en un plano cruzado con la otra, la ex-sistencia

  llamémosle así 'habitual'. Ambas suponen la misma pregunta

  ontológica: ¿existe algo que sólo una persona sabe? ¿Existe

  alguien que nadie más conoce? Y sin embargo, esas fantasías

  me han embargado, precisamente. Sectores de mi 'capital exis-

  tencial' han sido embargados literalmente por esas fantasías.

  Como se dice en psicoanálisis del síntoma, son lo más "yo"

  que se consigue en todo en sistema llamado de esa manera.



     .....


    ¿Esconde el rechazo de las matemáticas, por ejemplo, el 

mismo tipo de represión que el rechazo de ciertas cuestiones

sexuales?

     ¿Es que la poesía guarda ciertas claves de la construcción

 de la realidad y que por ser cuasi matemáticas, me han produ-

cido rechazo? (Auden y sus etcéteras -en lugar de adláteres.)



     ..... 


   se apega

   esa es su enfermedad

   apegarse a ciertos modos del sentimiento

   a cierta 'identidad'

       que se rehúsa a transformarse en 'otra cosa'

   a ciertas maneras de pensar

        no sólo los pensamientos (sueltos) en sí

        sino los mecanismos de los pensamientos

        la máquina que los hace -sus moldes

    la lista de apegos es mucho mayor

        no se puede reflejar acá

   la "idea de sí" es un apego fundamental

         (alguien dijo que los seres humanos

         no deberían conocer su propia cara)

   hace girar al resto de los planetas

          y satélites

          en torno

          a esa idea gravitacional

          inventada



    .......

   


     dice, se dice, 


          Tengo que mirar esa foto (3-4 años), pero no muy

exhaustivamente. Sólo ir y regresar de vez en cuando a la

foto. Ahí hay revelaciones.

  Ese chico me ha estado hablando. Sigue hablándome, toda-

vía, toda vida. 

  ¿Sabe lo que dice? ¡Es un mensaje sin palabras! 

  De mirada. 

  Sin saber lo que dice, dice más 

  que cualquier otra cosa que me hayan dicho 

  o que haya leído, 

  o pensado, o imaginado.


  Partir de que ese chico sabe algo. Que su mirada sonriente

es un hálito de vida que debería acompañarme hasta el final.

 Que hay una alegría en esa tristeza que recuerdo. Una ale-

gría que no recuerdo. Inexplicable alegría.


  ¡Un mensaje!  Eso es lo que contiene esa escena que nadie

 pensó, que se escurrió, se produjo; esa oculta, visible, reve-

lación.



    ........



    ¿Esperar el torbellino

     o ir a buscarlo?


     Que sus esfuerzos iban en la dirección contraria

           a la de los descubrimientos


  Habría descubierto la sala de máquinas


  ¿Era demasiado tarde?

      ¿Estaría todo el material herrumbrado?

              Y si no, ¿cuándo?


   ¿No habría ahí ni una sola tuerca viva?



     ......



     Adulteraciones


     Dejo la palabra ahí, como una caja abandonada


      Las palabras enroscadas como serpientes, o como

    numerosos collares, que hay en esa palabra


      Y lo que significan

       y lo que sugieren y no dicen

       y lo que hacen saber sin proponérselo

       y lo que subyace a todo un sistema de lenguaje

       ESO que transformamos en ex-sistencias

 

 

(Fuente: Idiomas Olvidados)

  



 

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