LA BELLA REVOLUCIÓN (I)
Carta a los aún no nacidos
Esperanza traéis.
Sois todo lo que responde a los ruegos de las ramas azules temblorosas en el mar de la noche.
Venid, acercaos,
es luenga la pena.
2
Esperad a la noche. Reuníos,
os reconoceré, porque tenéis pintadas las uñas de oro,
y esperad.
Voz de las estrellas: Porfinllegados,
este es el día en que la mentira será puesta del revés,
en que el río retornará por los cauces
resecos,
decidme lo que soñáis porque es mi mismo sueño.
Porfinllegadas,
este es el día en que las aves en las jaulas se han puesto nerviosas,
¿no sentís su alegría?
Los poblados en fuego
y duermen los durmientes se queman en sus lechos
y creen que esto es mundo mira el poblado negro,
están listos los cuencos, de agua. Mirad por los zarzales,
están todos los mapas.
Hoy sois más que estrellas.
Y le hablo a vuestro dentro de cien años.
Imaginaos que la tierra es noche, porfinllegados,
estrellas, y la tenéis que amanecer.
Pero de un alba lleno su cielo de animales libres.
El primer día en que habrá Defensa en el campo, y no en la ciudad.
Me parecéis un agua de tantos que os veo reunidos, un mar.
En los mapas: las puertas. Comenzad, antes de que despierten. Esperanza traéis.
(Dijeron: somos pocos para esta bella guerra.
Avanzaron
y en el verbo avanzar vieron que eran millones.)
Yo no sé lo que es una hoja, firmememente lo digo, pero sé lo que es un hermano
Yo no sé lo que es un hermano, firmemente lo digo, pero sé lo que es una hoja.
Ángel Padilla. La bella revolución. Ed. Amargord, 2022
(Fuente: Voces del extremo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario