COPLAS HECHAS SOBRE UN EXTASIS DE HARTA CONTEMPLACIÓN
Entréme donde no supe:
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
Yo no supe dónde
estaba,
pero, cuando allí me
vi,
sin saber dónde me
estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no
sabiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
De paz y de piedad
era la ciencia
perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé
balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.
Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no
entendiendo.
toda ciencia
trascendiendo.
El que allí llega de
vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto
crece,
que se queda no
sabiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
Cuanto más alto se
sube,
tanto menos se
entendía,
que es la tenebrosa
nube
que a la noche
esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no
sabiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios
arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender
entendiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
Y es de tan alta
excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni
ciencia
que la puedan
emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber
sabiendo,
irá siempre
trascendiendo.
Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma
ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no
entendiendo,
toda ciencia
trascendiendo.
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