La memoria es un tren que parte...
y no es posible
viajar de nuevo a lo vivido.
Y en ese paraje, donde sólo la vida
inventa los recorridos y las horas
de salida o llegada,
la mirada es distancia
y las horas pasadas se confunden
con lo visto. Se precipitan
los días hacia una terminal
desconocida y sin sentido.
Todo se va con la prisa del mundo.
Pero el delgado instante
en que vi tu rostro
y la luz humedeció tus labios
permanece.
(Fuente: Asamblea de palabras)
No hay comentarios:
Publicar un comentario