domingo, 19 de mayo de 2019

Mario Santiago Papasquiaro (México)



CORRESPONDENCIA INFRA
 

El mar toca nuestros cuerpos

para sentir su cuerpo
Lo mismo en Manzanillo pedregoso
que en Neviot / isla de corales del desierto
Nosotros devolvemos su sonrisa de sal
dibujando nuestros nombres & apetencias
en el caparazón de los cangrejos
que parecen buscar viejas patas de palo devoradas
                                               por la arena
El mar se para de cabeza
& nos canta / en el idioma más desnudo & afín
                                       a nuestro tacto
Port Vendrés Ville ruge como atún encolerizado
                                       en nuestros ojos
Bernard prende 1 de sus aretes verde flúor en la cabellera
                                             alfilereada de 1 erizo
Los demás pescadores del Saint Joan / Fetiche II 
desde sus camarones se sinceran a su modo
con éste también su mar que los filma fijamente
Ahí donde ellos se aflojan su nervioso pantalón
& sus labios no dejan de ulular
cuando ven hasta las anginas del Peñón de Gibraltar
moviéndose como dados o peces plateados
en la sombra de sus vasos de ron.

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