Agonía lumbalú
tumba y retumba en la noche,
anunciando este coagro, agonía lumbalú,
suena tambor lumbalú de puro ancestro africano.
Tengo que romper mi lira, no puedo seguir tocando,
voy a encender una hoguera
con versos de fuego santo,
debo quemarme las alas
que le nacieron a mi alma,
no puedo, no puedo seguir volando.
Estoy presa en una cárcel, hecha con rejas de amor,
sus paredes son de llanto.
Yo misma la construí en cada parto alumbrando,
las paredes de esa cárcel en la que me estoy quemando.
Estoy presa en esa cárcel,
dulce y terrible a la vez
en la cárcel de ser madre…
Mi corazón es el cofre donde se guarda la llave,
agonía lumbalú.
Suena tambor ancestral.
Tamborea en nueve lunas al final de mi coagro.
Mujeres de la nueva era:
sigan ustedes cantando
yo me regreso a mi cárcel
y me condeno al silencio,
porque soy juez y soy parte.
¡Algún día naceré,
pariéndome,
pariéndome de mis partos!
(Fuente: Asamblea de palabras)
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