3 poemas 3
El caos es una mujer que se instala en la casa
con su gesto afectado, baila
riega las plantas
dobla la ropa.
Por huir de ella todos
van a la guerra
encarnan la muerte.
Cada uno debe matar al menos, un hombre
y en él la posibilidad de que una mujer
se instale en la casa.
Ahora lo sabés, mirar es el secreto.
Te miro correr a comprar mandarinas al costado del camino.
El olor a mandarinas impregna el auto.
¿En qué momento se convierte algo en recuerdo?
¿Por qué azares de la mente se queda?
Me esfuerzo en ver la belleza de las ruinas.
El punto es lograr abrir los dedos.
Romper por ese artificio el hechizo que trastocó la mirada
“no ves, no existe” “no te ven, no existís”.
Ahora lo ves, los padres son déspotas con mayor o menor capacidad discursiva.
Fotografía de Donavon Smallwood |
Y TODOS TIENEN UN POCO DE AMOR5
Abandonar las certezas apenas
avizoradas, esa fue la promesa
Y acá estamos, más lejos que nunca
de cualquier aura mística
puro instinto visceral
preservar las tripas
que alguien las lea cuando yazgan
en la mesa del hombre que crea
que nos acercamos demasiado a su territorio.
El barro quedó lejos y lo que ahí supimos
lo arrasó el agua.
En la sequía de la estepa abunda
la carroña y la comemos
que es lo mismo
que comer a expensas
de cualquier muerte.
5. Fax U, Charly García, La hija de la lágrima, 1994.
de Réquiem para piedra tallada, Vela al Viento Ediciones Patagónicas,
Comodoro Rivadavia, 2021 -1a edición-
(Fuente: Emma Gunst)
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