viernes, 6 de mayo de 2022

Hugo Ball (Pirmasens, Alemania, 1886-Sant'Abbondio, 1927)

 

danza de la muerte, 1916













 
 
 
Así perecemos, así perecemos,
todos los días perecemos,
pues es muy cómodo dejarse morir.
De mañana todavía entre sueño y sueño,
Más allá a mediodía.
De noche en lo más hondo de la tumba.
 
La guerra es nuestro burdel.
Nuestro sol es de sangre.
La muerte es nuestro símbolo y eslogan.
Niño y hembra abandonamos
¿En qué nos conciernen?
Pues ahora es posible
Tan solo abandonarnos a nosotros.
 
Así asesinamos, así asesinamos.
todos los días lapidamos
colegas nuestros en la danza de la muerte.
Álzate hermano ante mí,
¡Hermano, tu pecho!
Hermano que debes caer y morir.
 
No ruñimos, no gruñimos.
Todos los días nos callamos,
Hasta que el hueso ilíaco gira en su juntura.
Duro es nuestro lecho,
Duro nuestro pan.
Inmundo y sangriento el Dios adorado.

***

 


Versión de Alejandro Cortés González
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

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