La amaba...
La amaba y por la eternidad
la despedazaré,
el puñal que introduje
en las aurículas
cercenando el riachuelo
de las venas
será ahora amante
de Rosalía,
penetrará su espalda
buscando el corazón,
la vasija de la muerte
no es refugio
suficiente,
en el Infierno no hay
medias medidas.
Nos quedamos juntos
en el territorio condenado.
A pesar de la jauría de perros,
la dilaceración,
la brutal repetición del crimen
por los siglos de los siglos,
yo y mi amada
estamos libres de Dios
hasta el fin del mundo.
Amava-a e pela eternidade
irei dilacerá-la,
o punhal que enbrenhei
nas aurículas
cerceando o riacho
das veias
será agora amante
de Rosalia,
penetrará as costas
buscando o coração,
a redoma da morte
(...)
de Caça e Persuasões (com Paula Rego),
Comissariado para a Europália 91, Portugal, 1991
Traducción de José Ángel Cilleruelo
(Fuente: Emma Gunst)
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