Chamaco Valdés
Porque chuteaste mi infancia hasta las estrellas
del banderín que iluminó mi pieza oscura allá
en los callejones polvorientos
es que quiero escribirte este poema.
Fuerte
y a un costado –dijiste,
seguro como la bala que ya inició su viaje
y que un día incendiará mi carne
tirándome de bruces en una cuneta.
O como el sol de la mañana
que alumbra la panera
mientras leo en el periódico
una entrevista en que con esas
cómo deben patearse los penales:
Fuerte
y a un costado –dices–. Es
lo más
seguro. Así
te llevé en el corazón
durante los años en que la vida
se agarraba con estoperoles a la tierra
en la cancha del club Tricolor.
Ahora los dos estamos viejos.
Yo recuerdo casi todos tus goles.
Tú no sabes que escribo poemas.
en Una
casa junto al río (Antología), 2016
Descontexto Editores
Originalmente en Gente en la carretera, 2001
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