martes, 25 de junio de 2019

Juan José Rodinás (Ecuador)


Nacieron feos pero el dinero les dio una oportunidad


Dile a tu poeta de cabecera
que te recete
una taza de uvas,
un hecho del lenguaje,
una guía telefónica donde se repita
el mismo nombre
y el mismo número
en cada página.
Ese número es tuyo: son los años que has vivido
(casi nunca a tu gusto).
El resto de páginas está en blanco.
Sí, ese nombre es tuyo (vigílalo):“Alguien Algo” lee su nombre.
Cuando se enciende la CÁMARA DE INTOXICACIÓN
y tu pones tu cabeza dentro de la tele
sé que necesitas
que algo horrible te sacuda.
El Dr. Muerte lo sabe.
Por eso trabaja para irte destruyendo poco a poco.
(Ácidos que sueñan, replicantes la dura biomasa del cuerpo).
Un día vas a morir- dice quien habla ciencia.
Por eso los poetas mienten.
Para ellos hay que inventar creativas formas de decapitación.
O una rosa de acero que pueda blandirse contra ciertos cráneos
y producir desangramiento.



(Fuente: El hombre aproximativo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario