MANUAL DE INSTRUCCIONES
.
.
Nos habían
dicho
cajitas
musicales
y un secreto
de relojero
metido
en las entrañas
.
.
En cuanto al
modus
operandi
el manual
sólo decía
del ritmo
cadencioso
y algunos pasos
de baile
que debíamos
seguir
.
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Quizás
por eso
las respuestas
que no hallamos
cuelgan
todavía
del techo
como rojos
cascos
de bombero
.
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Nunca supimos
la razón
de que siempre
quedasen
piezas
imposibles
de reponer
en los pliegues
de la sábana
.
.
Más tarde
cuando fueron
suficientes
las juntamos
y oímos
por primera
vez
el inconfundible
tic tac.
.
.
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2002/3. en algún mes de Junio.
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