martes, 4 de junio de 2024

Cecilia Galeano (Buenos Aires)

 

DAME
 
 

Dos pumas recorren las calles de Gesell
elásticos fantasmales
buscan comida en la Avenida 3
olisquean la basura
y en las puertas de los bares
hallan
restos nocturnos
de hamburguesas latas vasos plásticos
luego quizás entren al bosque
y descansen
en su limbo verde.
 
Un hombre y una mujer en romance incipiente
se escriben,
ella vive en Higashiomi
él
un astronauta
sin ticket de vuelta
como un sol antiguo
enfriándose
tan lejos
tan lejos está ahora
su corazón tierno.
Ella cuece arroz y algas
camina por la casa
con sus pies menudos
y piensa
en su hombre sideral
esperando de su mano,
y recuerda su voz, diciéndole:
dame de tu plato
dame lo que el espacio mudo me niega.
Y ella le ha dicho:
regresa a mí
soy tu luna de plata
soy tu casa en la Tierra,
entonces le envía a su hombre toda su fortuna
para traerlo de vuelta
al amparo terrestre.
Constante
taxativa
la fe del amor,
y el amor también.
Él le cuenta de su cápsula comba
y brillante
suspendida en la boca del cosmos
del silencio de Dios
de que nunca amanece
y de cómo su hermoso rostro
es pensado en la ingravidez.
 
Los pumas marcan la arena con sus pisadas
sus ojos dorados se abren en la noche
su jadeo es también marino
su hambre lunar
husmean tras las ventanas,
son criaturas
esperando de una mano:
dame de tu plato
dame lo que el monte incendiado
me niega,
hambrientos siguen ahora la línea de la playa
corren buscando su casa en la tierra
tan lejos el humedal
tan ardido el monte
pero hay en Higashiomi
una mujer que les daría
su arroz
su casa
su fortuna
porque en la órbita de su amor
hubo un hombre
que ya no va a regresar
a la Tierra
al amor
al poema.
.
CG
 
 
(Fuente: Sebastián Jaka)

 

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