miércoles, 2 de noviembre de 2022

Fayad Jamis (México, 1930 - Cuba, 1988)

 

Poema

 
Abrí la verja de hierro,
sentí como chirriaba, tropecé en algún tronco
y miré una ventana encendida, pero la madrugada
devoraba las hojas y tú no estabas allí diciéndome
que el mundo está roto y oxidado. Entré,
subí en silencio las escaleras, abrí otra puerta,
me quité el saco, me senté, me dije estoy sudando,
comencé a golpear mi pobre máquina de hablar,
de roncar y de morir (tú dormías, tú duermes,
tú no sabes cuánto te amo), me quité la corbata y la camisa,
me puse el alma nueva que me hiciste esta tarde,
seguí tecleando y maldiciendo, amándote y mordiéndome
los puños. Y de pronto llegaron hasta mí otras voces:
iban cantando cosas imposibles y bellas, iban encendiendo
la mañana, recordaban besos que se pudrieron en el río,
labios que destruyó la ausencia. Y yo no quise decir nada
más: no quiero hablar, acaso en el chirrido
de la verja rompí cruelmente el aire de tu sueño.
Qué importa entrar o salir o desnacer.
Me quito los zapatos y los lanzo ciego,
amorosamente, contra el mundo.
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario