Los muertos que amo
no tienen ni sexo ni sonrisa
andan a los huesos pidiéndome cariño
dónde /preguntan
podré colgarles coronas de espinas
los muertos que amo
cuando se acuerdan
van por la vida reclamando
mi apellido para gozar
de una paternidad que siempre evité
los muertos que yo amo
no tuvieron velorio ni entierro
algún día los pondré en caja
así dejan de retorcerse
en las noches cuando no tienen más
que insomnio y se largan a cantar
... ah!!! porque cantan tango
bailan también y en eso
de quebradas pierden siempre algún hueso
después yo tengo
que andar dando explicaciones
de a dónde voy con ese cadáver
a qué me dedico
dónde eché raíces
a cuánto me queda el cementerio
para qué mierda escribo este poema
/cuando bailan les digo
que no apuren el paso que aprendan
de la cadencia que tiene el tango
pero no hay caso
algunos no aprenden
ni siquiera de muertos
al final nada les sirve
nada les alcanza
el vino que ofrezco por ellos
la fiesta al pie de sus tumbas
los rezos los gritos este himno
esta nostalgia y el amor
que de última terminan olvidando
en el osario general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario