TRES POEMAS DE LOS BAÑISTAS
La academia me enseño del espacio
como un lugar mental pero el mundo son diez cajas de
cartón y la geometría del maletero.
Escucha no se trata de feng shui
es aprender a tratar el hogar como a un texto.
Me dijeron que los cuerpos
tienen tres posibilidades de belleza la primera noche
en la que ya no teníamos casa recogimos restos de
crustáceos en la orilla del lago.
Cerca del agua residuos de una hoguera.
Por la mañana hacia el norte la música alta dejabas que
se te escapase entre los dientes una canción lenta.
Tus manos en garra sobre el volante
mis manos abiertas como cunas sobre las manos restos
de langostas sobre las langostas ceniza: la fuerza la
gracia y la plenitud de un exoesqueleto.
El himno del caníbal.
Antes de llegar a fargo abrí la boca tres veces.
Tres veces me dije guárdate del día en el que te importe
más la sonoridad de una palabra que su capacidad
transformadora.
Tres veces dije
y fallé como no había espejos donde convergiesen
nuestros centros el silencio se instaló como los ratones
del invierno pasado.
Helena Mariño
Los bañistas
Ril editores
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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