El caballo azul
Un
caballo marchó montaña abajo y se volvió loco. Desde ese día come
comida azul. El verano tiñe de azul los ojos y mangas de la mujer, y
luego gira con alegría en la plaza.
Los clientes fuman tantos cigarros en la terraza que los anillos de humo plomizo garabatean en el pelo de las mujeres.
Los recuerdos tristes deberían ser arrojados como un pañuelo. Si tan sólo pudiese olvidar el amor y el arrepentimiento
¡y los zapatos de charol!
Me salvaron de saltar desde el segundo piso.
El mar asciende a los cielos.
Ilusión de hogar
Un chef agarra el cielo azul. Quedan cuatro huellas; el pollo sangra gradualmente.
Aquí, también, el sol colapsa.
Inquisitivos guardianes del cielo. Veo el amanecer.
Una casa blanca vacía donde nadie vive.
Los largos sueños de las personas circundan esta casa muchas veces, sólo para marchitarse como pétalos de flor.
La muerte se aferra con gentileza a mi dedo. Pela las capas de la noche una por una.
Esta casa continúa el brillante camino al recuerdo distante de un mundo distante.
Trad. Daniela Morano
Imagen en Mitakuve Ovasin
AIKO KAWASAKI (CHIKA SAGAWA, 1911, Yoichi / 1936, Tokio, Japón)
Fuente: Jampster
Traducción: Daniela Morano
Imagen en Mitakuye Oyasin
Fuente: Jampster
Traducción: Daniela Morano
Imagen en Mitakuye Oyasin
(Fuente: El Poeta Ocasional)
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