POEMA DE PRESAGIO DE UN RELÁMPAGO
LOS HUESOS CAMINARON SILENCIOSOS DE
MISTERIO
¿Dónde están los poemas?
Salí del pantano.
Espada en la última página, pensé.
Sus hojas eran rostros al espejo, dije y me
miré a la cara.
Creo que seguía siendo yo, pero quizás algo
había cambiado, algo que no se puede
explicar en ninguna lengua.
Ese charco en ese ojo cerrado es poema,
susurré y mis huesos, al oír el sonido del
silencio en sueños, miraron el interior de
mi ojo, lo pensaron y dijeron que no.
Palpé el bulto del ojo y pensé el mundo entre mis
dedos. Y dijeron, ¿pero qué significa? No
significa pero tiene sinsentido, es infierno
de recuerdos.
Los huesos caminaron silenciosos de misterio.
Y ocupó mi corazón un poema escrito por un
personaje de ficción. Un poema radical
con sólo una palabra inventada y tres
líneas de dibujos abstractos.
Y quise hace una variante, cambié la palabra del
título o primer verso, única palabra del poema
por Inexistente.
Y transformé el presente en habitante de tres
mundos, el yo poético respiró, suspiró
y jadeó en tres momentos
o fiordos
o quebrantos de la vida.
Ahora yo era en un círculo que rodaba, flotaba y
escalaba los tres versos, horizontal,
ondulado y quebrado.
Noté que entre líneas aparecía y desaparecía algo
crucial, pero cuando creía empezar a
volar en ese espacio y desaparecer con
ese algo, el poema se me escapaba.
Rompí la hoja y la prendí fuego.
Alberto Muñoz
Presagio de un relámpago
Libros del Aire Poesía
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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