Coma Berenices
Que aun en las aguas de la ensenada
el hábito abuse una misma derrota
y que esta sea seguida, alba y ocaso,
por navíos y derivas en delirio imitado,
sus quillas afeitando el rubor rosado
de invisibles corales ¿no es una lástima?
Parirse resta con velas blancas de este caldo
de pronombres importados, tomar la altura,
plegarse al viento, crudo como el algodón,
burlar Camotal y Abtao, y entonces fugir,
como se decía antes, fugir de las mechas
si es preciso, con las intremidades intactas.
Un ave. Un mar. Un video al límite, cinco
segundos de horizonte y a ver qué haces.
de Cinco segundos de horizonte
(Fuente: Jampster)
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