miércoles, 28 de diciembre de 2022

Rodrigo Caro (España, 1573- c.1647)

 

 

A LAS RUINAS DE ITÁLICA
 

Estos, Fabio ¡ay dolor! que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fué; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente.
De su invincible gente
sólo quedan memorias funerales
donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
este llano fué plaza, allí fué templo:
de todo apenas quedan las señales.
Del gimnasio y las termas regaladas
leves vuelan cenizas desdichadas;
las torres que desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre se rindieron.
Este despedazado anfiteatro,
impío honor de los dioses, cuya afrenta
publica el amarillo jaramago,
ya reducido a trágico teatro
¡oh fábula del tiempo! representa
cuánta fué su grandeza y es su estrago.
 

De "A las ruinas de Itálica".
(Fragmento).


(Fuente: Hector Giuliano)

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