Natividad
Nací montado en un lechón.
Adentro del lechón había un espejo ornamentado
que tenía rayadas instrucciones
para faenar un lechón.
Nací con dos o tres estómagos,
montado en un espejo ornamentado,
en un país no más grande que este mapa.
Primero comeme a mí, dijo la almeja.
Después comeme a mí, dijo el pollo.
A mí comeme mañana, dijo la vaca.
A mí comeme último, dijo el lechón.
Voy a buscar un lechón, dijo la primera partera.
Voy a buscar un cuchillo bien largo, dijo la segunda.
Voy a buscar un espejo ornamentado, dijo la tercera.
No sabés, donde nací
había miles y miles de lechones, de cuchillos largos
y espejos ornamentados.
Había casi todo lo que hay en este mundo,
al menos una fiel reproducción de cada cosa.
Versión de Ezequiel Zaidenwerg
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