ciudadanos de la belleza
Y ahora cantaremos al amor
pues no hay Revolución sin Amor
no hay mañana sin sonrisa.
La belleza en nuestros labios es un fruto continuo.
Tiene este sabor preciso de los erizos de mar que se cogen al alba
y que se saborean cuando el Erizo de Mar de Oro se separa de
las brumas y sobre las olas modula su canto.
Pues todo es canto -¡salvo la muerte!
¡Te amo!
Es necesario cantar, Revolución, el cuerpo sin fin renovado de la Mujer
la mano del Amigo
el perfil como una escritura sobre el espacio
de todas las que pasan y todos los que pasan
que dan a nuestra marcha su verdadera luz,
a nuestro corazón su aliento.
Oh, todos vosotros que constituís la belleza serena o violenta
cuerpos puros en la alquimia incansable de la Revolución
miradas incorruptibles, besos, anhelos en los titubeos de nuestra lucha
Puntos de apoyo, puntos reales para puntuar nuestra esperanza
¡oh, vosotros, hermanos y hermanas, ciudadanos de la belleza, entrad en el poema!
Te amo. La Revolución asciende
entre la pura sinfonía de los cuerpos jóvenes frente al mar.
Sí, no haya miedo, diles
que eres bella como un comité de gestión
como una cooperativa agrícuola
como una mina nacionalizada.
¡Osemos, oh amor mío, engalanar con flores nuevas
el cuerpo del poema nuevo!
Versión de Fernando García Burillo
Archivo de la Frontera
(Fuente: La comparecencia infinita)
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