CASA
Puede que la casa nunca se habite con seres queridos,
amigos o extraños, dice Chino.
O puede que tiren una piedra al techo, dice.
También puede que en la casa
alguien acaricie a tu mujer y no seas vos, agrega Chino.
O quizás puede que las paredes se agrieten.
Tal vez puede que un hornero construya su casita sobre
los tirantes.
O puede que las visitas aparezcan de sorpresa, y quieras
estar solo.
O puede -siempre puede-, viste cómo es esto
que quede sin habitar, oliendo a pintura fresca
y a cemento y cal secándose.
Yo no te la voy a construir, dice Chino. La verdad que
no puedo.
Nunca le dije que ni siquiera tengo para un pack de
ladrillos.
*****
CENTROS
Yo fui un niño de los Centros de los Orfanatos
y ahí tuve mi primera rama de laurel por el lomo.
Yo fui un niño del Campo Exterminio Infancia:
una pileta donde nos sumergían la cabeza debajo del
agua y nos dejaban desnudos.
¿Cómo que te ahogaban?, después me han preguntado. Si
estás vivo”
Yo fui un niño ex Esma de las Infancias
y ahora recorro el horror de la sensibilidad adulta
del ahogado y del vivo. Por eso a veces
me tiro de antenas de canales o de parapentes
para mostrar que hay algo muerto en mí que danza
como una rama de laurel feroz.
*****
En "Haga silencio.Respete a los muertos, por favor."Capuchas Ediciones. 2024
(Fuente: Tema: Poesía)
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