AUSENCIAS
La lluvia golpea un mar que se reclina y suspira;
superficies repentinas se estiran y colapsan en fondos
que como torres pronto se alzan, con melenas chorreantes.
Inesperada una ola cae como una pared: otra luego
que se arruga y gatea, infatigable surfea
donde no hay tablas ni bajíos.
Sobre el mar, el día aún más ilimitado,
por el viento cabalgado, anda por iluminados pasillos
que se deslizan por bóvedas gigantes y se aleja.
Tales rincones perdí! Tales ausencias!
(Versión Osvaldo Picardo)
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