EL RÍO
Me quiebra contra las
piedras
cada suspiro tuyo.
Yo soy el elemento fluido, líquido, y tú la orilla,
puesta para guardarse de mí.
cada suspiro tuyo.
Yo soy el elemento fluido, líquido, y tú la orilla,
puesta para guardarse de mí.
Cazas en los prados, tus
flechas múltiples y exactas
asesinan en mi pecho aves silvestres y patitos blancos;
cortas alisos y robles, árboles conscientes de siglos,
y los tiras sobre mis aguas, para que arrastre lejos sus troncos.
asesinan en mi pecho aves silvestres y patitos blancos;
cortas alisos y robles, árboles conscientes de siglos,
y los tiras sobre mis aguas, para que arrastre lejos sus troncos.
Y vienes y te arrodillas
–transpirando, cansado y sediento–
sobre mí, y yo reflejo en mí tu imagen perturbada
y –cuando me bebes– me vuelvo fría y límpida, y ligera,
y mi alma, a través de tus manos ensangrentadas, se filtra, se filtra.
sobre mí, y yo reflejo en mí tu imagen perturbada
y –cuando me bebes– me vuelvo fría y límpida, y ligera,
y mi alma, a través de tus manos ensangrentadas, se filtra, se filtra.
[Traducción: Lucía
Málaga-Sabogal]
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