UN POEMA DE NADA PARA CENAR
PAN PARA HOY
Mis pies en equilibrio.
Ni se sienten ni son.
Con una sed antigua,
espaciada y caliente.
Mastico el pan como si me sobrara.
Me deslizo como deslizaría
el filo de un cuchillo.
Las heridas apenas me conmueven.
Un día me levanto con las manos vacías.
Otro, le pido a alguien que me cante una nana-
Tengo tantas señales picadas
que se me han hecho costra
y no se me despegan.
Soy, a veces, colores.
A ratos, penitencia.
Inma Luna
Nada para cenar
Ediciones de Baile de Sol
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
No hay comentarios:
Publicar un comentario