Natalia Schapiro, 4 poemas 4 (+1)
Fotografía de Florence Levillain |
MADRE
Reconozco el comienzo del día
en esta pena que hunde
y lame a mi madre vieja
desde allí va saliendo
el pañuelo de la mañana.
Los enojos se deshilacharon
brota amor antiguo
pegado a los huesos.
Y ahora estás tan frágil
solo puedo cuidarte
del viento.
Fotografía de Florence Levillain |
SILLA
Rodando te llevo
por primera vez
tu cuerpo de huesos
como cedros
vibrando los modos de la vereda
empujo cuesta arriba.
Más pesa ser tu madre.
Fotografía de Florence Levillain |
Habrá que dejarse arrastrar por este río
golpear contra las piedras
gastarse en ellas
hasta que la pesadez sea agua
y disuelva lo lastimado
que tapa los poros.
A tientas, manoteando
esperar que el aire vuelva
a nuestros sótanos
allí donde enterramos
el corazón.
Fotografía de Florence Levillain |
LIMPIEZA
Preparar ropa, toalla
colmar de vapor el aire
llorar llorar bajo la ducha
mientras se mezclan las aguas
saladas calientes
tibias dulces
limpias tristes
mojar el cabello
los pensamientos
mecer el corazón roto
en la palma de la mano
darle el calor robado
pichón herido
acariciarle penas, desgarros
recién cuando esté calmo
y la mente abierta
en un pequeño cielo
guardar el corazón resucitado
cerrar la ducha
secarse despacio
como después de una lluvia
que alumbra
colores frescos.
B O N U S T R A C K
Fotografía de Florence Levillain |
El sol del domingo
realza la pena
cuando todo es herida
la belleza duele.
bosque cotidiano, el andamio ediciones, 2022 |
Natalia Schapiro
(Buenos Aires, Argentina, 1974)
de bosque cotidiano, elandamio ediciones, 2022
Prólogos de Laura Devetach y Roberta Iannamico
(Fuente: Emma Gunst)
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