martes, 7 de abril de 2020

Libertad Demitrópulos (Jujuy, 1922 - Bs. Aires, 1998)




MUERTE, ANIMAL Y PERFUME

 


                              A Santos S. Demitrópulos,
                              mi padre, amigo y maestro
.
                              A Fabiola Adorlisa Soria,
                              mi madre.



I

El ciervo enamorado



El ciervo enamorado
a ciegas viene;
pasando lo pasado
no se detiene.

Que ya no ven sus ojos
los claros ríos,
ni el collado de abrojos
en los estíos.

Por la canción oscura
que lo enamora,
un canto le perdura
sobre la aurora.

Hacia su cárcel, riendo,
el ciervo enamorado
viene muriendo,
solo y callado.





El espacio imposible



Mediodía destrozado
de bambúes que me cruzan
la piel perfecta del olvido.
Ardor. Ardor conturbado.

Las manos se quedan solas
en momentos azulados
para morirse en el beso.
Ardor. Ardor conturbado.

Vida o muerte. La locura
de flanquear el rostro helado
del horizonte del beso.
Ardor. Ardor conturbado.

Curva total. Demorado
espacio imposible, ya ido.
Ardor, ardor conturbado
En jardines amarillos.




Cada vez que te amo



Cada vez que te amo me suceden las cosas
más tristes, me aprisionan de lejos,
me golpean a espaldas, veo mariposas.

Cada vez que cumplo con mi sangre en morir
estoy sin perros, paseándome en espejos.
No puedo consolarme ni dejar de sufrir.

Cuando no te amo y ya me he muerto,
me siento alegre porque me has dejado
crecer de noche y en lo descubierto.


Grito cuando te olvido, sin embargo.
Soy un caballo en pelo y desbocado.
Yo me persigo en un bosque largo.





La sombra


Mi ser que puede serte, ya no sufre
tu olvido mío y tu alejarte insombre,
tu no llegar de nunca, ya de nunca.

No sé si has de ser aún.
Pero mi alegría te destruye, mi crearte
en la nada, con salvajes venablos.

Yo nunca di a mi espíritu camino
para volver de ti todo lo mío:
sus cosas han de hacerse en su penumbra.

Yo soy un ser, un todavía.
Y tu sola belleza, incertidumbre
y pausa, aún sin infinitos.
 
Pero mi ser, que puede serte,
es tu recuerdo y como un salmo tuyo
donde ando intocada por lo mío.


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