En
En prisioneras esquinas de esperanzas embrionarias, ahogado en una lágrima de heroína.
En prisioneras esquinas de vuelos-de-parker para sonar los bolsillos llenos en el espacio.
En neuro-esquinas de cerebros desnudos & electrocirujanos desesperados.
En esquinas alcohólicas de discusión sin sentido & resacas históricas.
En esquinas de copos de maíz de televisión & la imponente América de rockwell.
En esquinas universitarias de intelecto a medida & abrecartas griegos.
En esquinas militares de megathon, muertes & anestesia universal.
En esquinas religiosas de limericks teológicos y
En esquinas de radio de grabaciones de un siglo & eventos estáticos.
En esquinas publicitarias de helado con punta de filtro & instantes instantáneos
En esquinas adolescentes de la seducción del cómic y guitarras corruptas,
En esquinas políticas de candidatos forajidos & mentiras rituales.
En esquinas cinematográficas de lassie & otros símbolos.
En esquinas intelectuales de la terapia conversacional & el miedo analizado.
En esquinas de periódicos con titulares sexys & cómics académicos.
En el amor las divididas esquinas del muera ahora pagan servicios mortuorios más tarde.
En las esquinas filosóficas de los desesperados semánticos & traficantes de ideas.
En las esquinas clase media de la pubertad escuela privada & las revueltas anatómicas.
En las esquinas ultrarreales de amor en montañas rusas abandonadas
En las esquinas solitarias del poeta con hojas caídas & ojos enmohecidos de profeta.
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Poemas de la prisión, III
En un universo de celdas –Quién no está preso? Los carceleros.
En un mundo de hospitales –Quién no está enfermo? Los doctores.
Una sardina dorada está nadando en mi cabeza.
Oh, sabemos algunas cosas, hombre, sobre ciertas cosas
Como el jazz y las prisiones y Dios.
El sábado es un buen día para ir a prisión.
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Poemas de la prisión, VII
Alguien que soy es nadie.
Algo que he hecho es nada.
Algún lugar donde he estado es ninguna parte.
No soy yo, Qué hay de las respuestas
para las que debo hallar preguntas,
Todas esas calles extrañas
Para las que debo hallar ciudades,
Gracias Dios por los Beatniks.
Versiones Diego L. García
(Fuente: Jampster)
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