Harakiri I
En el colmo de la fiebre recita haikus de extremidades entrecortadas.
¿Para qué sirve la maleza en un paisaje árido, seco?
El arte breve. Lo absolutamente indispensable. No más. Nunca el juego del rodeo, el tropiezo.
El corazón es una síntesis, no los brazos, la nuca, el muslo apretado; la angustia del todo y sus partes.
La misión suicida se detiene: no ha quedado ningún libro.
En las letras dislocadas se lee, sin embargo, otra literatura. He aquí
que en el terrorismo poético está la clave, el siguiente paso evolutivo.
Las prácticas caníbales, homicidas, piratas, ladronas, son las
preguntas que machacaba Basho antes del harakiri que cierra el episodio:
La angustia, en mi poesía,
hondo se encaja.
en Cuerpo en añicos (2000), incluido en Un orbe más ancho. 40 poetas jóvenes (1971-1983) (Ediciones de punto de partida, UNAM, México, 2005, selec. de Carmina Estrada)
(Fuente: Asamblea de palabras)
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