La hoguera del amor
¡Quién pudiera resistir! /
¡A las almas, guapos, dad /
vida y se os alabará!
Los secretos del amor /
sólo están en el mirar.
Unos bellos ojos ves /
con la magia de Babel,
y te roban la razón, /
con tu aguante se te van,
y has de ver tu corazón /
maniatado y en prisión.
Los sayones del amor /
hallan luego allí un cordel,
por tender tu corazón /
en mitad del campo, igual
que el leñero suele hacer /
con tocones. Hay después
siempre YESCA, pedernal /
y eslabón con que encender.
Del desvío la vivaz /
llama viénete a abrazar:
ves tu cuerpo crepitar /
y tus miembros ves arder.
Si agua pides al amor /
para aquel fuego apagar,
viene el fuelle del desdén /
y lo atiza: buf buf buf.
Quien de un chico se prendó /
bien se tiene que humillar.
Cara en tierra ha de poner, /
lisa bien la ha de dejar.
Tan fatal es como que /
suenen piedras al caer,
o que el humo del hogar /
tizne deje en la pared.
Compasión, guapos, sentid /
por quien muere de pesar.
Ese duro corazón /
para amantes ablandad.
Apiadaos del galán. /
No busquéis más que la paz.
Buena siembra habéis de hacer: /
segaréis lo que sembréis.
Todo guapo debe ser /
cariñoso, muy leal,
sin desmayo en el querer, /
ni veleta ni falaz.
Mas si muéstrate desdén, /
¡sus, bendito sea el Nabí!,
no se pare tu corcel: /
¡desenvaina ya atacar!
Cada cual va con su par; /
pero yo, ¿a quién quiero yo?
A un garzón como no dio /
nuestro tiempo nadie igual.
Se prendó la luna al ver /
de su cara la beldad,
y cualquier guapo es feliz /
su hermosura al contemplar.
incluido en Amores iguales. Antología de la poesía gay y lésbica. Panorama general (La Esfera de los libros, Madrid, 2002, selec. de Luis Antonio de Villena, trad. de Emilio García Gómez).
(Fuente: Asamblea de palabras)
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