EL VACÍO
Existe un vacío por muerte de los sentidos
y por perder el horizonte,
cuando observás las penas soñoliento,
y adormecido sos ajeno a las alegrías.
Pero existe otro vacío.
Y no hay nada más sagrado.
Tantos sonidos y brillos contiene.
Profundidad y altura.
Me complace vivir en Crimea,
alejado de los asuntos,
en un círculo tranquilo,
círculo de flujos y reflujos.
Feliz de atrapar
el brezo que parece humo azulado,
y contento de que no me creas
lo mucho que te quiero.
Voy solo a la montaña,
lejos, a juntar peras,
eso no me entristece, o sí,
pero es una tristeza suave.
Arranco con ávida timidez
una drupa rosada,
y ya se desliza por mi garganta,
alargada y fresca.
Yazgo en la cabaña,
mi alma está vacía,
solo del pulso interior
se oye el latido en mi alma.
Oh, sobre toda la agitación
bendita sea la embriagadora dulzura
de un vacío claro y tranquilo
precursor de lo que se llena.
Trad. Natalia Litvinova
(Fuente: Animales en bruto)
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