EL FIN DEL VERANO
Vierto de noche el agua de la palangana.
Su eco diáfano cae y se aleja
lentamente por la tubería.
Es la sinfonía de mi canción, que se eleva
cuando acaba el día.
Extraño consuelo,
pues no es una melodía virtuosa.
Semillas de pepino.
Hormigas muertas.
Ojos de pescado.
Cantos de grillo.
Nostálgica resonancia la de ese caer.
Palpo cada cosa como si fueran ramas
que el agua arrastra hacia la alcantarilla.
Así mis ojos
se abren paso en la oscuridad.
Así se entierra el verano.
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en “Memoria y presente. Antología 1956-2008”, Ediciones Vitruvio, Madrid, 2012. Trad. del japonés de Yurihito Utsuki y Raúl Morales García.
(Fuente: Jonio González)
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