Después
de estos altibajos
que a veces me sacuden,
de este gran oleaje
que a veces quiere inundarme,
yo, me agarro al pomo de la puerta
como si fuera una extraña.
Y ahí me quedo, quieta, esperando.
Igual que el que espera en el mar
un salvavidas para no ahogarse.
***
Somos sequía
dentro de esta gran tormenta.
Vendaval
en este apasionado oasis.
Somos frío
en este tórrido verano.
Incógnita
en cada madrugada.
Seremos olvido
en este despistado mundo.
***
Y que va a pasar ahora
con este cuerpo metido ya en los sesenta
que todavía quiere que le miren,
que todavía quiere que le toquen.
Qué pasará
con estas ansias de amor,
con este corazón tan vacío,
con estas alas que están sin estrenar.
Qué pasará
con estos ojos, con estas manos,
con este sexo
que estaban ya tan acostumbrados.
Qué pasará
cuando en el frío de las noches
no quede cuerpo al que abrigar,
ni cama para compartir,
cuando todo lo vivido
sea solo un triste recuerdo.
Que pasará
con esta poesía
que se queda huérfana.
Felicidad González Cantón
(Poemas que se incluirán en mi próximo poemario "Vuelve querida loca"
por la editorial "Los libros del Mississippi")
(Fuente: Voces del extremo)
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