domingo, 21 de noviembre de 2021

Kateriina Vuorinen (Janakkala, Finlandia, 1976)

 

/ Los sueños de Mostar

 



Te escucho hablar, mientras el tiempo aclara
al fondo de la plaza, el aire se vacía de colonia y alcohol
y los pulmones reciben a la fría mañana
como un anuncio: durante los próximos momentos
vivirás limpio y sorprendido como una extraña criatura
que se eleva de repente sobre el mar,
lo que sigue es la tarea de mercader, de básculas y pesas,
los hombres silenciosos de la calle miran desde sus puertas
dando a cada tomate su lugar en el mundo. 

Dices que debemos olvidar lo que sucedió en las montañas,
los disparos en la ciudad,
debemos abrir el candado de la mandíbula y el papel
doblado y metido en el buzón.
“¿Qué más?”, dices. Nos encontramos como si lo entendiéramos
todo y nada. 

Qué más, mientras existan suficientes de aquellos
que permanecieron despiertos toda la noche,
existan recuerdos y tejidos inconclusos, reuniones
en una región desconocida 

amores de los que no tienes conocimiento
si los calicantos de las golondrinas caerán debajo de los aleros
si las sombras enfriadas se desvanecerán de las paredes
un intacto cuadro
brilla repentinamente en el sol
y tú aprietas el teléfono, en él, en el espacio
dices bellamente, rápido, con bordes afilados
como una piel que acaban de abrir con un cuchillo,
y es reparada y suturada. 
 
 
 

En  Rouvien ja lintujen talo (Casa de las mujeres y los pájaros), Savukeidas, 2010, vía Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires 2021
Traducción: cooperación de poetas


Foto: Mikko Vahaniitty/Arc Publications
 
 
(Fuente: Campo de maniobras)

 

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