HUELLA EN LA PARED
A mi papá
Dirás que solo era una huella en la pared. Te subirán al camión fantasma que hasta entonces no creíste que existiera. Suplicarás por una cara conocida y solo habrá máscaras. Perderás la conciencia por momentos; creerás que te hablan en una lengua extranjera; escucharás nombres que no te dicen nada. «Fueron ellos», responderás y no sabrás quiénes son ellos ni qué hicieron. «Fueron ellos», repetirás… y te golpearán. Verás al niño sudar, temblar y gritar en la sala de cirugía; no habrá anestesia… y sus heridas serán las tuyas.
DIAGNÓSTICO
«Una sensación de quemazón ácida en los miembros,
músculos retorcidos y como al rojo vivo,
el sentimiento de estar en vidrio y frágil»
Antonin Artaud
Una impresión de nunca estar completo, de estar averiado, de no ser más que un objeto de laboratorio.
Las manos del niño, envejecidas, aprendieron a pintar la muerte.
Las falanges profundamente engarrotadas hacen de Peter Pan el Capitán Garfio.
La pierna a simple vista normal, pero con una suerte de electrocución interna, permanente, constante, que transforma la mínima comezón en grito de quirófano sin anestesia.
El vendaje no fue su disfraz sino su atuendo obstinado.
Y los analgésicos no alivian el dolor… solo postergan el sufrimiento.
POÉTICA DE SASTRE
I
Como no alcanzó la tela,
tuvieron que llenarlo
de remordimientos.
II
El sastre —inexperto— creyó que
por tres gotas de sangre
no dejarían de usarlo.
III
El pedazo arrancado…
años después
el nervio todavía lo recuerda.
IV
La máquina de coser
en la que no quiso estar,
pero en la que siempre vivió.
V
A este traje
lleno de remiendos
alguien olvidó quitarle
las agujas.
SÍSIFO
Se cansa uno
de tener
las alas mutiladas,
de arrastrarse
a ninguna parte,
de ser
un diario
que nunca termina
de escribirse.
Se cansa uno
de saberse condenado
a cargar
la piedra en los huesos,
de buscar fantasmas
y encontrarse
frente a un espejo.
Se cansa uno
de ser
olvido.
(Fuente: Movimiento Poético Mundial)
No hay comentarios:
Publicar un comentario