Cuervo más negro que nunca
Cuando Dios, asqueado del hombre,
se dirigió al cielo.
Y el hombre, asqueado de Dios,
se dirigió a Eva,
las cosas parecieron derrumbarse.
Pero el Cuervo… el Cuervo
el Cuervo los unió,
juntando cielo y tierra-
Entonces el hombre gritó, pero con la voz de Dios.
Y Dios sangró, pero con la sangre del hombre.
Así cielo y tierra chirriaron en su unión
convirtiéndose en gangrena y hedor-
el horror más allá de la redención.
La agonía no disminuyó.
El hombre no pudo ser hombre, ni Dios ser Dios.
La agonía
creció.
El Cuervo
sonrió entre dientes
gritando: “Esta es mi creación,”
agitando la negra bandera de sí mismo.
(Fuente: El hombre aproximativo)
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