IGNORANCIA
Qué raro no saber nada, nunca estar seguro
de qué es cierto o acertado o real,
y verse obligado a puntualizar “O eso creo”,
o “Bueno, eso parece:
seguro que alguien lo sabe”.
Qué raro ignorar cómo van las cosas:
su talento para encontrar lo que necesitan,
su sentido de la forma, su puntual diseminación
de la semilla, y su voluntad para cambiar;
sí, es raro,
incluso vestir ese conocimiento —pues nuestra carne
nos rodea con sus decisiones—
y sin embargo pasar toda la vida en imprecisiones,
pues cuando empezamos a morir
no tenemos ni idea de por qué.
su talento para encontrar lo que necesitan,
su sentido de la forma, su puntual diseminación
de la semilla, y su voluntad para cambiar;
sí, es raro,
incluso vestir ese conocimiento —pues nuestra carne
nos rodea con sus decisiones—
y sin embargo pasar toda la vida en imprecisiones,
pues cuando empezamos a morir
no tenemos ni idea de por qué.
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