«Conoce la diligencia con que se acerca la muerte, y procura conocer también la conveniencia de su venida, y aprovecharse de ese conocimiento.»
Ya formidable y espantoso suena,
dentro del corazón, el postrer día;
y la última hora, negra y fría,
Si agradable descanso, paz serena
la muerte, en traje de dolor, envía,
las señas de su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.
¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar, piadosa,viene
espíritu en miserias anudado?
Llegue rogada, pues mi bien previene;
hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe, y mi vivir ordene.
.....
(Fuente: Daniel Freidemberg)
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