sábado, 10 de noviembre de 2018

Anne Carson (Canadá, 1950)



 Cuestión de sexo X

¿Es una cuestión?

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Creo que debería volver a casa.
Vale.
Siguieron sentados. Estaban aparcados a un lado de la autopista.
El olor frío de la noche
en las ventanillas. Luna nueva flotando blanca como una costilla en el borde del cielo.
Supongo que siempre seré un insatisfecho,
dijo Heracles. Gerión sintió cómo todos sus nervios subían a la superficie de su cuerpo.
¿Qué quieres decir con insatisfecho?
Sólo insatisfecho… no sé. Desde muy lejos por la carretera llegó un sonido
de anzuelos de pescar raspando el fondo del mundo.
Ya sabes. Insatisfecho. Gerión se esforzaba en pensar. Llamas retorcidas le atravesaban.
Avanzó con mucho tiento
hacia la cuestión del sexo. ¿Por qué es una cuestión? Comprendía
que la gente necesita
actos de atención mutua, ¿tanto importa saber cuáles?
Tenía catorce años.
El sexo es una forma de conocer a alguien,
había dicho Heracles. Tenía dieciséis años. Partes calientes y no resueltas de la cuestión lamían el aire desde cada grieta de Gerión,
mientras trataba de sofocarlas se le escapó una risilla nerviosa. Heracles le miró.
Silencio de repente.
Está bien, dijo Heracles. Su voz bañó
a Gerión hasta cubrirlo.
Dime, dijo Gerión y su intención era preguntarle, ¿la cuestión sexual también afecta a la gente que disfruta con el sexo?
pero hubo un error en las palabras: ¿Es verdad que piensas en el sexo todos los días?
El cuerpo de Heracles se tensó.
Eso no es una pregunta es una acusación. Algo negro y pesado cayó
entre ellos como un olor a terciopelo.
Heracles encendió el motor del coche y echaron a andar sobre el dorso de la noche.
Sin tocarse
pero unidos en el asombro como dos cortes yacen paralelos en la misma carne.








(Fuente: Asamblea de palabras)

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